miércoles, 6 de julio de 2011

“Silencios callados”

“¡Cuánto silencio tan callado!”  Así me decía mi amigo Omar cuando no lo llamaba para irnos “de rol” a trabajar para el periódico.  Él, además de llevarme en su taxi Atos a los eventos, me hacía compañía y la pasábamos muy bien.

Así que esa frase ahorita la aplico.  Ahora estoy esperando una llamada o noticia de alguien importante y llevo horas en ese estado.

No puedo dejar de ver mi celular (baratija, más bien)… como si con verlo con ojos que lanzan petardos pudiera hacer el milagro.

Así que aquí estoy… sufriendo los silencios callados.

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