miércoles, 21 de diciembre de 2011

Alto grado de dificultad

El pino navideño hecho por mi hermana Alma, su esposo Álex y mis sobrinos Andy, Mariana y Alí...

¿Qué les parece?

jueves, 15 de diciembre de 2011

El regalo más esperado

Seguramente pediste ropa, zapatos, un ipad, un smarthphone... pero ellos solo desean un abrazo de quienes aman y extrañan.

Vi este video y me acordé de nuestro amigo Cuty (Mensaje en la Botella), a quien le envío un gran abrazo hasta Afganistán.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Se fue



Hace poco conté aquí lo enamorada que estoy de un hermoso labrador, vecino de la oficina y que se llama Sam.

Entré a este trabajo el 24 de octubre y desde el primer día nos vimos.

Creo yo que el flechazo mutuo fue total e inmediato, pues a los pocos días, pese a que impone por su tamaño, me atreví a acercarme peligrosamente a él, le puse mi mano para que oliera que mi intención era hacerle cariños y de inmediato me dejó.

Lo curioso de Sam y que llama la atención de toda la gente que pasa por su casa es que se coloca recargado en lo alto de la barda del patio en el que pasa la mayor parte del día y se veía bastante chistoso, parecía un humano.  La mayoría sacaba sus móviles para captar la imagen.

Al poco tiempo, una señora que pasó por ahí y que me vio acariciarlo le dijo: “Hola, Sam… y entonces supe su nombre.  Y más o menos por esos días también me di cuenta que la casa estaba en venta.

Todos los días, desde que me dejó acercarme a él, le daba su dosis de cariño al llegar a la oficina, al salir a comer, al regresar para el segundo turno y al irme a casa.  Si no estaba, le hablaba y se asomaba.

A veces, él, tan solo oír los miles de ruidos de mi carro, se asomaba y me pedía cariño haciendo ruidos chistosos con su boquita.

El lunes, acá amaneció frío y lluvioso.  Sam estaba ahí y estaba empapado.  Todo ese día estaba muy preocupada por él, en cómo estaría y hasta despotricando contra sus amos.

Extrañamente, Sam me tiró la mordida las dos veces que acerqué mi mano y decidí no insistir con los cariños, creo que no estaba de humor, estaba molesto porque estaba escurriendo de agua fría.

Le platiqué a la mamá de mi Junior, Eva I. Cabello, y amablemente, como ella es, me ofreció hacerle una casita, ella las hace con sus manitas no conforme con recoger miles de perros, gatos, cerditos, hurones, sin hogar.  Conspiramos con regalársela en Navidad y ya solo estaba pensando en cómo decirles a sus amos de nuestras negras intenciones.

Ayer, no vi a Sam, pero hace unos minutos, cuando regresé de comer, estaba una persona desempotrando medidores de luz, de gas, de todo y me atreví a preguntarle si la casa la habían vendido ya.

Me dijo que sí y que nuestro Sam se fue a su nueva casa desde ayer L.  No pude despedirme de él.

Quedamos Gastón, uno de sus amos, y yo que me permitiría regalarle la casa que Eva ya está construyendo, pues en el nuevo sitio sí le hace falta.

En verdad, lo voy a extrañar tanto que en cuanto vuelva a ver al señor-chavo, le pediré me permita llevarle yo su casita para acariciarlo de nuevo.

Hasta pronto, Sam.


martes, 6 de diciembre de 2011