martes, 5 de julio de 2011

Mi relación con la infidelidad

Tal vez me lloverán tomates de parte de alguno de mis pocos visitantes al leer con lo que empezaré este post.

Siempre he sido de la creencia, desde muy joven, que el hombre es infiel por naturaleza.  Tal vez les sea más fácil llevar a cabo uno de estos actos (que tanto duelen a sus mujeres), por el simple hecho de que ellos, en su mayoría, saben separar el sexo del amor.

No sé.  Siempre he creído que les es una necesidad.

Partiendo de esa idea que ronda mi mente desde que comencé a involucrarme con este sentimiento, hace ya varios años, opté por no investigar absolutamente nada de la persona que esté a mi lado. (Las redes sociales ahora no ayudan en nada para que eso sea posible).

Además, me da mucha flojera invertir mi tiempo en algo que a lo mejor ni existe y me pierdo de lo que realmente vale la pena.  Además, hago mío el dicho “el que busca encuentra”. Que dicho sea de paso, era una frase que involucraba en su vida y en ese mismo sentido la bellísima María Félix.  Así que si ella, siendo tan hermosa, había sido víctima de un hombre infiel, ¿porqué no habría de serlo yo también?

Así que, creo que más de una de mis ex parejas me fue infiel, pero solo lo he sabido (con pruebas) de tres.

A los dos primeros los mandé a volar y del otro batallé para que me cayera el 20 por un sentimiento mayor hacia él.

Uno de los que mandé a volar era bastante descarado y conforme han pasado los años me he enterado por él mismo que anduvo con varias de mis ex compañeras de mis ex colegios.  No me duele, obvio, pero me da a pensar que no es una persona u hombre de fiar.  Obviamente, no hay reclamos de mi parte, pero sí sorpresa ante tales confesiones.  Como que me da cosita la burla que pude haber despertado de quienes se prestaron a que él me fuera infiel y yo no me di cuenta nunca... Hasta ahora. Aún así, lo estimo mucho como amigo y me preocupa lo que le pase, simplemente porque ahora es mi cuate.

El otro.  El otro fue un caso.

Tenía yo casi 15 años cuando él llegó a mi vida y me llevaba varios añitos, tal vez seis.  Así que batallé para aceptarlo como pretendiente.  Sus hermanas y un primo eran amigos míos y ellos contribuyeron para que yo le diera una oportunidad. Todos ellos, con excepción del primo, son ciudadanos estadounidenses.  En realidad, el hombre era linda gente… solo que al paso del tiempo me hizo una grande.  Una que quedó para la posteridad.  Un relato que no puedo dejar de escribir aquí porque fue una historia de novela de rancho.

Pues hasta mis veintitantos años yo siempre necesité “chaperón”, al salir o ver a mis novios.  Así que en ese entonces, con mayor razón.  Así que ahí estaba Chuchita, la vecina, una chava menor que yo por unos dos años y quien “me hacía el paro” de acompañarme mientras checaba con Scott en la puerta de mi casa, muy a la vista de mis papás.

Al principio yo no sentía absolutamente nada hacia él.  Tal vez era mi miedo a la diferencia de edades y a lo ñoña que era entonces y de lo que todavía conservo un poco.

Conforme fueron pasando los meses, los detalles de Scott hacia mí fueron llamando mi atención… así que cuando más o menos estaba comenzando a sentir un poco de mariposas en el estómago con su compañía (con Chuhita pegada a nosotros como una lapa), él decidió terminar nuestro noviazgo.  Obviamente, Chuchita no estaba presente y estábamos en la puerta de casa de mis papás.

Scott no quería decirme sus motivos, pero al final terminó por confesar que la razón era que ¡Chuchita y él tendrían un hijo!

No me dolió.  ¡ME ASUSTÉ! A los 15 años yo no pensaba en “eso”

Yo creo que lo peor vino después, porque Chuchita y Scott, una vez casados, vivieron en casa de los papás de ella –o sea, frente a mi casa-… así que diario los veía pasar ante mis ojos y tenía que soportar la mirada de las vecinas chismosas como diciendo: “pobrecita, Nena”.

6 comentarios:

  1. Ele solo a ti te pasan esas cosas...

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  2. Los hombres traen el gen de la mala leche integrado

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  3. Està historia alguna vez la publicaste en los foros, esoy seguraaa!!!

    Oye y por lo menos siguen juntos??

    Tregedias de una adolescente lo titularìa... y luego los hombres se quejan del muy famoso "todos son iguales" jaaa
    Monserrat

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  4. ¡Mira lo que son las cosas! yo siempre me había preguntado que de donde había salido el dicho ese de “no me salgas conque a Chuchita la bolsearon” pues la tal Chuchita de tu anécdota aparte de que la bolsearon salio con Domingo 7, la verdad es que esa si era tu amiga de verdad, te quitó una sabandija de encima y nunca te la regresó, esas si son amigas; si hubiese habido un Chuchito en mi vida me hubiese ahorrado muchísimo dolor. Me tomó mas de 25 años darme cuenta del timo del que había sido objeto, se dice fácil pero es un cuarto de siglo, toda una vida, tantas cosas que creía había construido y las vi derrumbarse frente a mi en un segundo... eso si... all hell broke loose.
    Así es que la próxima vez que veas a la Chuchita, dale las gracias, te hizo un gran favor.

    Y de lo que comentan las otras damitas les diré que yo no creo que lo de ser sinvergüenza sea cuestión de genero, la verdad creo que tratándose de astucia para delinquir las féminas se llevan a los tontos “hombres” entre las patas.

    La felicito, tiene un blog muy ameno, si no le molesta la seguiré leyendo cada vez que se pueda.
    Oiga ¿Le molestó mi comentario de ayer? Discúlpeme, peco de ser muy “rudo” para decir las cosas.

    Saludos.

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  5. Hola, mensaje en la Botella.

    Gracias por leerme, me da mucho gusto... y no, me molestó el comentario, para nada... solo que tienes razón y mejor eliminé esa entrada...

    Gracias por seguirme y leerme y por la felicitada.

    Un gran abrazo,
    Ele y Juan Pa!

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