martes, 2 de agosto de 2011

Velocidad y adrenalina

Cuando me despidieron del periódico vi caer frente a mis ojos la idea de que mi hijo, siendo varón, admiraría mucho a su madre por estar cerca de atletas enfocados a deportes 100 por ciento masculinos.

Hoy, mi hijo está a punto de cumplir este sábado sus primeros 6 años, y últimamente he podido vivir eso que pensé que me perdería al dejar de formar parte del periódico de tiempo completo.

Cuando estaba embarazada y me tocaba ir al Autódromo a cubrir arrancones, karts o la NASCAR, mi bebé saltaba como frijol de lado a lado.  Yo creí que lo hacía porque le gustaba el sonido y que una vez creciera fuera de mí sería un apasionado aficionado al deporte motor, como su madre.

Hoy que apoyo en la cobertura de estos eventos para el organizador de los mismos, Juan Pablo me acompaña los domingos que debo presentarme en la torre de control.

Últimamente, conforme avanza el calendario de carreras, Manotas lo disfruta mucho más.

Este domingo estuvimos ahí cinco horas, él sentado y yo de pie atendiendo a los medios y siguiendo las incidencias en la pista.  Esta vez fue distinto, esta vez disfruté la adrenalina de los arrancones, pues cuando cubría para aquél medio tenía que contener mi emoción al ver correr a los pilotos y arrebatarse los triunfos. 

El domingo no.  El domingo pude aplaudir cada vez que el triunfador y líder de Divisional y Nacional de Cuarto de Milla, un chiquillo de 21 años de edad, eliminaba a los experimentados volantes que en mis ayeres eran protagonistas. Esta vez aplaudí al tiempo que pasaba estadísticas a los colegas con el fin de que se interesaran y empaparan de lo mucho que los pilotos se esfuerzan para estar donde están.

Mientras, Juan Pablo no despegaba la vista de la pista y más aún cuando los Pilotos Infernales se apoderaron del área de pits y de la terracería de lado de Grada General para hacer sus piruetas en motos y choques suicidas en carros en llamas.  En esos momentos, volteaba a verme con sus ojitos y boca bien abiertos: “¿viste, mamá?”


Hoy, apenas amaneció, mi gordo me dijo que le gustaban mucho las carreras… que le gustaba porque estábamos juntos.

Esta foto se la tomamos en marzo, cuando vino la NASCAR al Autódromo.  El fin de semana vendrán de nuevo y ahí estaremos.


Hoy estoy feliz porque tenemos algo nuevo en común, algo que disfrutamos mucho de ver juntos.  Una diversión común.  El siguiente objetivo es el balompié.  El siguiente objetivo es pasar los sábados sentados viendo a los Rayados jugar en el estadio.

3 comentarios:

  1. No hay nada mejor que pasar los sábados de cada quince días viendo a los rayados en el estadio, teniendo a manotas ya de 6 años amiga, creo que te estas tardando!
    Un abrazo!
    Eri

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  2. orale!! pues que padre! te has puesto a imaginar. . . si algun día JP te dice que quiere ser piloto, como te sentirias si imaginas que el que va en ese carro podría ser JP, yo digo q nervios!! mejor futbolista jiji, pero eso lo decidirá el medico JP jiji
    Saludos!!Kris

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