sábado, 16 de febrero de 2013

Recogiendo los pedazos de mi corazón...



Todo cambia,
 ya lo sé...
Pero hay cosas que se resisten
No pretendo ser distinto,
Metí la pata más de una vez, lo sé

Pero yo nunca te olvidé
Porque eres de esas cosas
Que por más que pasa el tiempo
 No, no se olvidan esos besos que me diste
No se olvidan
Hay que tener mala memoria

No, no se olvida
por más que pongo a remojar tus huellas
no se quitan
Y eso no se olvida

Todo viene, todo va
pero hay quien se queda en el medio
No pretendo convencerte
sólo quédate un poco más
¿Después de ti qué puedo esperar?
Si tú eres de esas cosas
Que por más que pasa el tiempo
 No, no se olvidan esos besos que me diste
No se olvidan
Hay que tener mala memoria

No, no se olvida
por más que pongo a remojar tus huellas
no se quitan

Y a pesar que voy perdiendo
Siempre habrá un segundo tiempo
Siempre habrá un segundo tiempo
Si te debo tantas cosas que no sé como pagarte
Y eso no se olvida y eso no se olvida

No se olvida el aire si se hace falta 'pa vivir
No se olvida el cielo
No se olvida el cielo
Si algún día estuviste ahí
¡Oooohhhhhh!

 No, no se olvidan esos besos que me diste
No se olvidan
Hay que tener mala memoria

No, no se olvida
por más que pongo a remojar tus huellas
no se quitan
Y eso no se olvida
Y eso no se olvida

Por más que pasa el tiempo
yo jamás te olvidaré
Por más que el tiempo pase
yo nunca te olvidaré




sábado, 12 de enero de 2013

Ya no cabía en este mundo...

Mi día de trabajo normal hoy pasó a ser uno escalofriante.

Venía manejando cerca del periódico cuando me topé con compañeros gráficos y un montón de patrullas.  Más adelante, la típica camioneta del forense.

Me llamó la atención, así que llegué al periódico directamente a enterarme de primera mano qué había sucedido a unas cinco cuadras de este edificio.

Leí la nota.  El nombre de uno de las víctimas despiadadamente asesinadas hizo volar mis recuerdos vagos en la mente, pues padezco olvidos realmente alarmantes.

Su apellido no es común, así que no había mucho margen de error, desgraciadamente.

Cotejé el nombre de la nota de uno de los dos ejecutados en ese hecho con un reportaje que hicieron aquí unas colegas a sugerencia mía (la misma historia la había publicado ya en el sitio web en el que trabajaba al mismo tiempo que era yo colaboradora externa en este periódico) y desgraciadamente todo coincidía.

Recordaba que Silvia, la hija de este hombre, de Mario Alberto de Ocha González, me había comentado que su papá vivía o trabajaba aquí cerca del periódico.  Otra terrible coincidencia.

Le hablé a la representante de una famosa actriz local quien es comadre de Don Mario y tristemente me confirmó que este hombre con alas de ángel había sido una víctima inocente más de esta horrible ciudad.

Pasé la información en el periódico.  Conté rápidamente su historia, busqué los archivos periodísticos y me pidieron escribir una nota humana sobre este hombre.

¡Batallé tanto!  Me sentía tan triste, impactada, impotente.  No pude escribir hasta que me puse a llorar a mis anchas.

Aquí les dejo la liga del artículo que escribí para Nosotros2.com hace casi tres o cuatro años.

Para quien no puedan abrirla directamente, abajo les pongo el texto.

Que en paz descanse un hombre ejemplar, un hombre en toda la extensión de la palabra y mi más sincero apoyo y pésame a sus cinco hijos quienes seguramente jamás podrán reponerse de este injusta y muy lamentable pérdida.

+ + + + +

http://www.nosotros2.com/mujer/025/articulo/4263/un-papa-extraordinario


Un papá extraordinario

Mario A. de Ochoa, platica la forma cómo cuidó y educó a 5 hijos


Esa noche no fue una noche cualquiera.
Como una forma de llamar la atención de su ex esposo, una mujer abandonó a las puertas de la nueva casa de Mario Alberto de Ochoa, a los cuatro hijos de ambos.
Silvia, la mujercita, tenía apenas nueve años de edad; Mario Alberto, ocho; y los gemelos, Margil y Jorge, estaban por cumplir seis.
 “Mi mamá no soportó la carga de ‘estar sola con nosotros’ y literalmente nos dejó en las puertas de la casa que mi papá había comprado al divorciarse”, cuenta *SyE2010* en los foros de Nosotros2.
“Ella creyó que él se espantaría de tal acto y que le daría más facilidades económicas para que ella se quedara de nuevo con nosotros, pero mi papá decidió cuidarnos y criarnos solito… es cosa que siempre le he agradecido porque es el hombre más maravilloso del mundo”.
Tiempo después, Mario Alberto obtuvo la patria potestad y la custodia de sus amados hijos y, por cuestiones psicológicas, la mujer no debía acercarse a los pequeños, además de que ella no mostró nunca interés de hacerlo.
“Mi madre ha sido mi propio padre… él me acompañó a comprar mis primeras toallas femeninas, él lloró conmigo en mi primer truene, me regaló mi primer labial, planeó conmigo mis XV años, él es y ha sido mi héroe”, dice Silvia.
Este padre y madre de familia, tiene actualmente 48 años de edad y dejó que creciera aún más su singular familia con la llegada de Santiago III, quien ahora tiene 13 años y también está bajo el cuidado de Mario Alberto.
Esa noche, él, psicólogo de profesión, se enfrentó a la realidad y vio cómo el destino se presentaba ante sus ojos y cómo definiría hasta estos días su razón de vivir.
Lógicamente, él se enfrentó a muchos temores e incertidumbres desde ese momento.
“Temor de no ser lo suficientemente fuerte y responsable para llenar los requisitos de ellos”, cuenta Mario Alberto, “me asaltaban las broncas de mi pérdida, entonces me metía al baño a ducharme, abría el grifo y así podía llorar sin que ellos se dieran cuenta (risas)… ¡qué tiempos aquellos!”.
¿Es difícil ser papá y mamá a la vez?, se le pregunta a este padre extraordinario.
“En realidad no. Difícil es cuando te caes a un foso lleno de cocodrilos y no sabes nadar… difícil es cuando te caes por un cubo de ascensor y no había ascensor; difícil es cuando te quedas en medio de un campo minado y has perdido la brújula… cuando eres papá y mamá es solo… ¡aterrante!”, cuenta con un humor inigualable.
Sacrificio. Fue una palabra que indirectamente se clavó en el diccionario particular de este hombre, pues pese a que se dedicó a sus hijos en cuerpo y alma y de muy buena gana, ese término lo nulificó como ser humano.
“No hubo más tiempo para mí como persona y antepuse las necesidades de ellos sobre las mías… su felicidad era la propia.
“Casi contraía segundas nupcias, pero cuando mi (entonces) novia me preguntó con quién dejaría a mis hijos para irnos al cine, pensé que en realidad ellos fueron, eran y serían míos y de nadie más.
“Esa noche terminé mi compromiso y cerré los ojos a oportunidades para dedicarme a ellos solamente con tal de evitar problemas con mi futura compañera… no quería oír: ‘¿a quién quieres más?’, ‘¿lo harías por mí?’, ‘¿quién es primero, ellos o yo?’… así que a guerra avisada no muere soldado”, explica.
Para Mario Alberto no hay mejor reconocimiento por su extraordinaria labor que el amor y respeto de sus hijos, pero también atesora el que la gente le otorga en algunas circunstancias de la vida.
“Me nombraron ‘la mejor mamá’ del colegio de ‘Sil’, pues no faltó con ninguna tarea ni su uniforme ni su aseo personal ni lonche ni nada en la secundaria”, cuenta divertido, “mi foto estaba entre las de todas las mamás en la fiesta del 10 de mayo, ellos (sus hijos) siempre me han celebrado ese día como el día de su ‘Mapá’; guardo tarjetas, cartas, manualidades y diplomas ¡son unos tesoros invaluables”.
Una formula que le ha resultado un éxito en la educación de sus hijos ha sido hasta hoy apegarse celosamente a tres reglas básicas: no robar, no mentir y cumplir con sus responsabilidades.
“Era mi trabajo que se cumplieran las reglas, pero las mamás vienen integradas con un chip que les hace saber lo que como hijos hacemos mal, y los hombres ni nos damos cuenta. Así que tuve que implementar y socavar esas desventajas. Ellos ni cuenta se daban que siempre los tenía vigilados y me tuve qué hacer de varios pares de ojos… fui y soy muy feliz, no cambiaría nada de mi pasado.
En la actualidad, tres de los hijos de Mario Alberto son autosuficientes y tiene la fortuna de presumir que todos son buenos ciudadanos, saben ser amigos, son confiables y verídicos.
¿Podría compartir un consejo a hombres y mujeres en su misma situación?
“Si la vida te da la oportunidad de entregar algo a quien nada te pidió y si por tu decisión estás en alguna situación, lo disfrutes plenamente”, dice, “nada será mejor que sentir que no eres un ente más en el mundo, sino un ser especial y que Dios te mide la espalda antes de darte una cruz.
“No permitan que el miedo los paralice, relájense y que baste a cada día su propio afán; mañana no existe y ayer ya se fue… hay qué vivir el hoy por hoy”.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Encontré al padre

Ustedes disculparán que abandono este espacio meses enteros y que hoy, cuando he posteado ya una entrada, estoy aquí de nuevo para subir otra.

Hacía días que no vía a mi jefe, pues él estuvo de vacaciones de Navidad y yo aquí en el periódico trabajando.

Su ojo vigilante vio en mi muro de FB una foto que puse de portada. 

Es Juan Pablo con tres compañeritas de salón: Caro (izq.), Mariana y Gaby.

Me dijo mi jefe textualmente...

"Oye, en una foto que pusiste de JP en el FB, me di cuenta que se parece muchísimo a Messi".

Abrió la foto y me la mostró....



 Y casi me fui de espaldas... realmente sí es muy parecido...



Cuando le diga ésto a JP se pondrá sumamente feliz, pues él lo admira y sabe que es el mejor futbolista del orbe.

Adiós, negrita, adiós...

He sido su fan no sé cuántos años, pero muchos...

Este año, ha sido tan grande mi adicción a ella, que a punto de terminar el 2012, me he dado cuenta que he reemplazado el agua con ella.

Apenas hoy, estoy tomando el quinto vaso de agua en lugar de las cuatro o cinco cocas lights al día.

Empecé a beberla, tal vez, por la figura, pues en alguna época de mi vida me cuidé obsesivamente el peso, aunque nunca me he pasado del ideal para arriba y sí muchas veces hacia abajo.

Tengo dos o tres noches con dolor de riñones al final de la jornada del trabajo.  Llegan en plena madrugada y me preocupan.

Hoy, me traje un vaso enorme del cine, con la figura de Spider Man, para estarme sirviendo a cada rato... como antes.

No es un propósito de año nuevo, pero sí por el hecho de que, si llego al  próximo año, el 2013 será un parteaguas en mi vida personal y quiero eliminar lo que me hace daño.

Hoy, honestamente, me sentí pésimamente mal por la falta de este líquido oscuro del que me niego investigar en la web sobre los daños que hace en el consumo humano.

Ya en los últimos años he enfermado cuando menos tres veces de infecciones en la orina y riñón y seguramente ésa fue la causa, pues mi consumo, aunque no es exagerado, sí es nocivo por el hecho de que he reemplazado el agua natural por una botella o una lata de esta bebida que me encanta.

Pero bueno, es hora de decir ¡Salud! con agua... por mi salud.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Priceless

Esta balada es una de mis favoritas. 

De hecho, la utilicé en un episodio de mi vida que, en su momento, consideré especial.

Hacía alrededor de ocho años que no la escuchaba, pese a ser de mis consentidas, pero hoy la escuché interpretada con uno de "mis gallos" de la segunda temporada de The X Factor, Tate Stevens, el triunfador. 

Programa que, dicho sea de paso, por cuestiones de trabajo no pude seguir como Dios manda, así que lo estoy viendo "diferido" por Youtube, mientras el trabajo me lo permite (en los tiempos muertos y de laaarga espera).

No me he cansado de escucharla... ¡me encantó en esta versión!  Se me "enchina el cuero", se me llenan los ojos de lágrimas y mucho más... Se las recomiendo.

(Si no te gusta el rollo y quieres ir directo al grano, adelanta el video hasta el 1' 30"...



viernes, 30 de noviembre de 2012

Realmente apasionado

Aún ahora, un compañero del periódico hace mofa de mi antigua afición ciega al futbol.

Era de esas aficionadas de hueso colorado.  De esas que no faltaba un sólo sábado para ver a los Rayados en el Estadio.

De esas que hacía filas en la madrugada para conseguir boletos para un Clásico.  En aquellos tiempos no aspirábamos a más, pues me tocó la época mediocre de mi equipo.


Una vez entré al periódico, a la sección CANCHA, obviamente perdí ese fanatismo y lo cambié por un poco de objetividad y dejé de serlo.


Ese compañero se ríe porque cuando me entrevistaron, antes de entrar a trabajar, claro, justo ese día de la entrevista, pero por la mañana, había hecho fila durante toda la noche y parte de la mañana inútilmente por un par de boletos para el Clásico.  Me quedé a cuadra y media de llegar a las oficinas del club para comprarlos porque se acabaron.


Quien fue mi jefe en CANCHA y quien me iba a entrevistar supo de mi odisea y me pidió que escribiera una crónica de lo que viví -supuestamente sólo para leerla- en primera persona, antes de nuestra plática de probable trabajo.

Claro que ese día no me dijeron que era una fuerte candidata a ser un integrante más del staff de reporteros deportivos y mucho menos me dijo algo de la nota que había escrito minutos antes, sino que la sorpresa fue que al día siguiente mi nota fue publicada en EL NORTE, METRO y SOL, con mi firma y todo... pese a que no había sido contratada aún.


Mi compañero se burla porque escribí mi amor incondicional por los albiazules.  Es fecha que se burla de eso, sobre todo ahora que fueron eliminados por mi favorito a coronarse este domingo, los Xolos de Tijuana.


Hoy, Juan Pablo es un aficionado que me supera en todo esto.


Apenas es la primera temporada que le gusta el futbol.  Comenzó a llamarle la atención cuando yo veía la Liguilla del año pasado, por estas fechas, en las que jugó Rayados, desde la computadora de nuestro cuarto.


Ahora, Juan Pablo se la pasa viendo futbol, nacional, local e internacional.  Se sabe nombres de jugadores, equipos, números de casacas, nombres de jugadas, nombres de narradores.

Cuando duerme, habla así, dormido, por ejemplo: "Pásenle... ¡Mamá, vinieron todos los jugadores de la Liga MX a la casa!

Si juega con el XBOX sólo juega futbol.

Es su primera temporada del futbol representativo de su colegio.  No es el crack que todos esperaban, pues es un pequeño de 7 años que apenas va despertando al balompié, pero es increíble verlo jugar dos partidos seguidos con esa pasión y sin cansarse.

Me da risa que, aún y su problema de lenguaje, reclama decisiones arbitrales.

Si le cometen una falta, se tira en el piso y se queda ahí acostado hasta hacer que el Profe Adrián, su coach, hace el intento de correr hacia él para ayudarlo para levantarse de inmediato y ver hacia el graderío con una expresión en su carita de que todo está bien para su madre que lo desde ahí en compañía de otras señoras (todas jovencitas, claro!) gritonas.

Me da risa que cuando yo cubría deporte infantil me decía: "¡Qué hueva de estas señoras, estar aquí tantas horas con sus chamacos! Les gritan como si fueran profesionales....!"

Ahora soy una más y me apasiono igual o más que ellas.

Otra cosa que me causa gracia (por el momento) es que, estamos estudiando para un examen y Juan Pi, como le dicen en el colegio sus amigos, y me interrumpe para hablar de futbol.

Sabe horarios de partidos y canales.

Apenas abre los ojos y pide que le demos CANCHA, lo hojea, lee lo que puede leer (apenas está aprendiendo), lo dobla y lo pone en su mochila para llevarlo al colegio.

Está feliz porque su coach le asignó el número 15 del uniforme que apenas acaba de estrenar... cuando vio el número, algo que le causaba mucho curiosidad saber qué número le había tocado, gritó: "Mira, mamá, como Basanta... ¿el profe me habrá puesto de capitán?".

Su coach es muy bueno, enérgico, sabe mucha técnica y se las explica de manera que entiendan todos y yo creo que porque lo ve tan apasionado y que le echa muchas ganas, lo tiene como jugador de tres categorías distintas.

Tan sólo hoy, jugó dos partidos seguidos y no se cansa, se entrega.

Su papá está como pavorreal, yo creo que más que yo, pues él también fue muy buen jugador.  Llegó incluso a estar en fuerzas básicas del Puebla.

Además, a Juan Pablo, su coach no le da instrucciones desde la banca por su nombre, si no por su apellido, tal y como era conocido su padre cuando jugaba en ligas amateurs.

Hace una semana lo llevé a la exposición de MARCO, Futbol Arte y Pasión y pasó dos horas jugando en esta cancha:

No le importaron las caídas, los raspones, los golpes, fueron dos horas completitas y él estaba fascinado.

Estoy encantada por su gusto por el futbol... definitivamente.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Juan Pablo y los bebés

En el último año, Juan Pablo ha sentido a flor de piel uno de sus más grandes anhelos: tener un herman@.

Últimamente, su petición ha sido más conciente que antes.

Antes, sólo se desmoronaba cuando veía a un bebé.  Hoy, sucede lo mismo, pero pide un hermano de una forma lógica.

Estos días que descansé, la pasamos muy bien, pues mi mamá estuvo cuidando a sus otros nietos grandes y nosotros reforzamos la convivencia mamá-hijo, nada más.

Y no lo digo porque mi mamá nos estorbe, sino porque nunca la dejamos fuera de nuestros paseos.

Fuimos a McDonald's antier e iba saliendo una mujer empujando la carreola en la que llevaba a su bebé.

Juan Pablo me dijo:

"Mira, mamá, el bebé"... la frase que me ha dicho desde que le nació ese deseo de tener un bebé en nuestra pequeña familia y con esa voz de ternura que lo desmorona.

Pero me sorprendió con el remate:

"Necesitamos un esposo para poder tener un bebé.  Te casas, tienes al bebé en tu panza y el doctor lo saca para que sea mi hermana. Quiero una hermana, mamá".

Oh, por Dios....

Nunca antes me pidió con tanto fervor un juguete o algún dulce de sus favoritos de esa forma.

Me sentí tan enternecida y a la vez tan impotente de estar imposibilitada de darle un hermano.

Ya estoy grande, no vieja, para pasar un embarazo que seguro será peor de riesgoso que el que viví durante su espera.

Santiago no tiene en sus planes ser papá, como yo.

Me da pavor ser mamá soltera de dos, siento que no podría.

Por un lado está la petición de Juan Pablo y por el otro la insistencia de mis amigas mamás del colegio.

Una me dice que con un  hermano, Juan Pablo superaría cualquier problema que tenga (lenguaje, déficit de atención).  Otra, que tiene tres, me comentó esta semana que muere por un cuarto hijo y cuando le dije que qué aventada, me dijo algo muy lógico: que es más fácil tener dos que uno, porque el único deja de demandarte tanta atención.

Luego, viene la cuestión económica y así.... es el cuento de nunca acabar.

Lamento mucho no poder cumplir ese sueño de Juan Pablo y espero un día no me recrimine por darle una familia tan pequeña.

lunes, 29 de octubre de 2012

Elena, yo, quiero amar

Me gusta mucho leer la columna de Elia Martínez-Rodarte, que se publica en el periódico para el que trabajo. 

Su espacio se llama IVAGINARIA y trata, como muchos de ustedes saben, de temas tabú, de sexualidad.

Anoche me tocó editar la columna que se publicó hoy y me causó mucha gracia, de esa gracia que origina el hecho de casi creo ser la protagonista del tema... pareciera que Elia, quien por cierto es mi amiga-colega, conociera ese lado mío.

Sin embargo, aunque la nota va a dirigida o critica a algunos hijos de mujeres "solas", como yo, cuando la iba leyendo y disfrutando, el personaje del hijo se lo colgué en realidad a otras tres personas, adultas todas, que ah, cómo se meten en mi vida.  A dos de ellas las quiero, la otra, tal vez esté en nuestras vidas de pasada...  Digo, en esta vida existe el karma.

Y digo "'solas', como yo...", porque, aunque no lo crean y contra todos los pronósticos de estas tres personas, sigo con S.  Sí, pese a la mala vibra, intromisión y falta de apoyo. Él sigue a mi lado.

Se las dejo íntegra.  Vale la pena leerla para aprender a no juzgar y, sobre todo, no meterse NUNCAMENTE en la vida ajena de los demás... ¡RESPETO, POR FAVOR!

IVAGINARIA

Por ELIA MARTÍNEZ-RODARTE

Mamá quiere amar


En todas las sociedades machistas, las mamás, las madres, las mamis "dejan de ser mujeres" erotizantes a la mirada de muchas personas porque ya han tenido hij@s.

A partir de ese momento, el rol de la maternidad y los maternajes se convierten en el punto fundamental de su ser femenino: entonces deben comportarse y actuar como si su única función en el universo sólo sea supeditada a la crianza de la descendencia.

Entonces pasa a ser la mujercita idolatrada que el patriarcado pone encima de un nicho, del cuál sólo bajan para que el varón correspondiente las vuelva a alcanzar y pueda hacerles otro chamac@ y así seguir perpetuando la prole a la que hay que alimentar.

Muchas todavía se embarazan sin control ni concierto, sólo porque creen que su decisión de no embarazarse de nuevo no les corresponde y que es un designio divino u obligatorio el seguir pariendo, como si eso no fuese ya un trabajo de tiempo completo desde el momento en que el nene se amaciza en las entretelas de la mamá.

Es por este rol, considerado como "sagrado", que la condición de madre es como un apostolado que no debe mancillarse con "roles sucios" o para "putas".  Es por ello que pocos hombres, y muchas mujeres, por desgracia, no ven a sus madres como mujeres que también follan, aman, se enamoran, coquetean, quieren ponerse vestidos atrevidos o sexosos, e incluso existen hij@s retrógad@s e idiotas que impiden a sus señoras madres que salgan con tipos si son solteras, viudas, separadas o divorciadas.

De todas las edades, clases sociales, niveles de educación y de formación existen hijas e hijos nocivos para sus propias madres, quienes les impiden a estas santas mujeres a que sigan con su vida y se den la oportunidad de amar otra vez, sólo porque "es mi mamá, no la voy a dejar que ande de loca coqueteando con señores".

Muchas mujeres, de por sí, cancelan por sí mismas su vida amorosa después de un divorcio o una separación dolorosa porque están hasta la máter de lidiar con un tipo que las dejó harta de los varones.

Algunas otras eligen como práctica religiosa, la de dedicarse por completo a su familia, olvidando que tienen oportunidades de nuevas ilusiones y hasta de camazos saludables que las distraigan de la aburrida vida doméstica, del trabajo y de testerear a sus lepes, muchos de ell@s ya bastante crecidos y peludos.

Otras damas simplemente creen que con una vuelta al parque en una relación fallida, ya tuvieron suficiente y no se atreven o sienten que no tienen derecho de volver a buscar un compañero.

Por eso, cuando les llega un hombre con intenciones de escarceo erótico y romance, le piensan dos veces.

A esto le debemos agregar la sarta de parásitos y estorbos@s hij@s, madre, tías, hermanos, cuñados y hasta el ex, que se entrometen en la vida de la señora, madre y mujer que es solicitada para noviazgo o amasiato o quizá para matrimonio.

¿En qué momento pararemos esta inmoralidad de meternos en lo que no nos importa?

Me sorprende que en está época de nuestro tiempo y en este mundo occidental, aún haya familiares y amigos idiotizados que impiden que una mujer y madre, soltera, viuda, divorciada, separada o sin ningún compromiso, busque calor para su cuerpo.

Ya no digamos para que se ponga de novia, sino para que simplemente vaya al cine con un amigovio, la visiten en su casa, salga a orearse con un tipo o que tenga un buen fornicio, bien puesto y acomodado, cuando se le pegue la gana.

Es ridículo, patético y sumamente vergonzoso que haya hij@s o cualquier otro familiar que critiquen a la mujer y/o la madre por intentar un nuevo romance.

Que haya criaturas que chantajeen a sus genitoras porque éstas desean mantener una vida sexual saludable con alguien que les quiere dar una atropellada.

Cuando una mujer ya pasó por una emparejada, la maternidad, la crianza y luego llega a la libertad por cualquiera que sea la razón, es tiempo de apoyarla, para que busque o deje entrar a su vida a alguien que sea para algo serio o para puro brinco lujurioso.

Eso también significa ser un buen hij@, una buena madre, hermana o cuñada.





sábado, 13 de octubre de 2012

Dolor

Pese a que mi Juan Pablo tiene ya siete años, lo que pasó el jueves me hizo llorar tanto como nunca.

Fue un hecho reprobable, doloroso que terminó con casi seis horas seguidas de mi llanto de coraje, impotencia y muchísima tristeza.

En menos de una semana, Juan Pablo se sintió desairado por las famosas piñatas de sus compañeros del colegio.

Antes que nada quiero dejar claro que lo que a mí me indigna no es le hecho de que no sea tomado en cuenta pues, al ser mamá, puedo entender que a veces no hay presupuesto para invitar a todos los compañeros de salón de nuestros hijos.

También puedo entender que mucho importa a algunas madres hacer click con las mamás de los otros niños y también que ellos ya están en edad de elegir a quién invitar.

El primer hecho que me molestó fue que la maestra, a petición de una madre de familia, repartió en el salón de clases, a la hora de salida, cuando una amiga y yo estábamos en la puerta, las invitaciones de la fiesta de cumpleaños de su hijo.

El hijo de mi amiga y Juan Pablo no fueron requeridos.  Solo atiné a hacerle el comentario a esa mamá, muy amiga mía, que las maestras debería evitar la imprudencia de hacer algo de este tipo.

Juan Pablo es un niño exageradamente sentimental, así que sí sintió que no fue tomado en cuenta, pero al rato lo olvidamos los dos.

Lo que pasó el jueves fue lo siguiente.

Manotas, al no verme en la puerta del salón a la hora de salida, quería comenzar a llorar, pero su maestra le dijo que hiciera tiempo yendo a su escritorio, con una mamá que estaba llenando ahí las invitaciones de la fiesta de su hija, para recoger la suya.

Ahí estaba un montón de chamacos rodeando a la señora.  Ella le entregó una invitación a Juan Pablo y él la alzó muy contento, pero algo le dijo la niña a su mamá que la señora se la arrebató de las manos y mi hijo puso su cara de tristeza.

A los pocos minutos, la mamá, la hija y la maestra estaban afuera del salón, muy cerca de mí y entonces salió Juan Pablo.

Deliberadamente pregunté a mi hijo por su invitación, aquella que su maestra le dijo que recogiera mientras yo pasaba por él y me dijo: "No me dieron, mamá".

La maestra escuchó nuestra plática y le comentó a la señora que Juan Pablo estaba en la lista de sus invitados y la hija le dijo: "No, yo no estoy invitando a Juan Pablo, estoy invitando a Pablo"; su madre sólo sonrió con los labios torcidos.

Salí de ahí conteniendo el llanto, pero al comentarle por celular a otra amiga del colegio me solté a llorar hasta las 8:30 de la noche.

Me dio tanto coraje que un adulto hiciera algo así.

Me quejé con la directora de Primaria Menor y no le puso atención a mi queja.  Más molesta estoy todavía.

Ellas creen que me molesta el que mi hijo se haya perdido una fiesta, cuando en realidad lo que me DUELE en el alma es que lo hayan lastimado de esa forma.

No sé dónde tienen los valores algunos padres de familia y cómo fomentan el bullying y la discriminación en sus hijos.

Yo creo que nunca van a corregir esa actitud y menos si la escuela lo permite.