Está casi casi por terminar un año medio complicado. Y no me
estoy quejando.
El cinturón hemos tenido qué apretarlo mucho en casa. Yo
creo que esto es síntoma general.
La mayoría de la gente trabaja más y gana menos.
Este año perdí -literalmente- mi carro y he estado a pie
casi 10 meses.
La ventaja es que me
ha servido mucho de ejercicio y mis piernas se están poniendo re-bonitas. Lo malo es el invierno a
patín.
No sé ve para cuándo comprar uno nuevo con la economía como
está.
A principios de año también perdí la compañía de mi pareja.
Han sido meses difíciles de ires y venires con él.
De repente me duele, pero al siguiente segundo, ¡nada! Todo en orden.
Creo que por fin le estoy dando vuelta a esa página.
Debido al trabajo he tenido totalmente descuidada mi vida
personal.
He salido muy poco, he hecho muy pocas cosas para mí y eso a
veces me cansa.
El trabajo es abundante, pero no estoy exagerando, estoy
haciendo la chamba de dos o tres personas.
Soy de la idea que "algún día" llegará la recompensa (espero).
A pesar de todo esto, este ciclo escolar, gracias a Dios,
voy al corriente en mis pagos en el colegio de mi hijo. Eso es algo positivo
como muchas otras cosas.
Al ya no tener pareja, he pasado momentos padrísimos con
Juan Pablo. Y no es que antes no los hayamos pasado, pero no sé, como que
nuestra relación es más estrecha y cuando descanso tenemos agenda llena y
convivimos mucho.
Él ha vuelto a sus terapias en un nuevo centro
especializado.
Finalmente me han confirmado su TDA y bueno, empezaremos con
tratamiento con el neuropediatra.
Tiene muy buena maestra en el colegio, aunque le falta un
poquitín de paciencia para niños como Juan Pablo.
Lo padre también es que el colegio ha decidido ponerle una
maestra sombra y ya tenemos el mes trabajando así.
Espero en dos semanas, máximo, darme cuenta si están dando
resultados los nuevos métodos y medidas.
En fin.
Leo estoy me doy cuenta que lo difícil que he vivido son más
pérdidas materiales y esas se recuperan. Ya llegará el momento. Sólo se trata
de tener paciencia.
En cuanto al amor. Pues ya entendí la lección.
No es eterno. Ayer lo tuve, hoy ya no más. Pero tampoco ando
llorando en los rincones. El duelo me duró a lo mucho dos meses, al inicio y
aunque aún hablamos y tenemos aún muchas diferencias, éstas duelen, pero al
siguiente día yo como nueva.
Es alguien a quien quiero y aprecio y que lamento mucho no
haya llegado a buen término, pero sé que vendrá algo mejor para mí en forma de
otro hombre o en forma de tiempo para mí.
Así las cosas han estado en estos 11 meses transcurridos de
este año y estos meses, muchos meses, que no había querido venir a asomarme por
aquí.
A ver si retomo el camino.
Estas son las novedades que van dirigidas a Chihuahua, con
uno de los pocos lectores que me han dicho extrañar este espacio.
Él lo dice porque me aprecia desde niños.
Te mando un abrazo.
Hola Elena que bueno ya que volviste a publicar, nos cuentas que estas bien, pero y tu Salud?? como estas, como te ha ido...
ResponderEliminarAH no ¿y qué nos dejas a los demás? Sólo para Chihuahua.
ResponderEliminarTambién pasaba por aquí buscándote de vez en cuando. Que bueno que regresas y sobre todo saberte bien, entera, felíz.
Abrazos
Yaz