viernes, 28 de diciembre de 2012

Adiós, negrita, adiós...

He sido su fan no sé cuántos años, pero muchos...

Este año, ha sido tan grande mi adicción a ella, que a punto de terminar el 2012, me he dado cuenta que he reemplazado el agua con ella.

Apenas hoy, estoy tomando el quinto vaso de agua en lugar de las cuatro o cinco cocas lights al día.

Empecé a beberla, tal vez, por la figura, pues en alguna época de mi vida me cuidé obsesivamente el peso, aunque nunca me he pasado del ideal para arriba y sí muchas veces hacia abajo.

Tengo dos o tres noches con dolor de riñones al final de la jornada del trabajo.  Llegan en plena madrugada y me preocupan.

Hoy, me traje un vaso enorme del cine, con la figura de Spider Man, para estarme sirviendo a cada rato... como antes.

No es un propósito de año nuevo, pero sí por el hecho de que, si llego al  próximo año, el 2013 será un parteaguas en mi vida personal y quiero eliminar lo que me hace daño.

Hoy, honestamente, me sentí pésimamente mal por la falta de este líquido oscuro del que me niego investigar en la web sobre los daños que hace en el consumo humano.

Ya en los últimos años he enfermado cuando menos tres veces de infecciones en la orina y riñón y seguramente ésa fue la causa, pues mi consumo, aunque no es exagerado, sí es nocivo por el hecho de que he reemplazado el agua natural por una botella o una lata de esta bebida que me encanta.

Pero bueno, es hora de decir ¡Salud! con agua... por mi salud.

1 comentario:

  1. al parecer, muchas personas sufrimos de ésa adicción, he decidido no comprar una sola coca light de botella cuando voy al mandado, porque sé que tieniéndola en casa no será para las visitas, será para mi solita, no resistiré la tentación si la tengo cerca. Ayer me preparé un clight de piña y casi me lo terminé en la hora de comida, aunque a decir verdad ya no quiero ni un sólo producto dietético, ni splenda, ni cosas procesadas , pues según oí, lo mejor para el cuerpo es lo qúe más se acerca a lo natural, y quiero vivir sana muchos años para mis hijos, más que perder peso, ése es mi propósito. Espero lo logres tú y lo logre yo también. Saludos, Diana S.

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