viernes, 2 de noviembre de 2012

Juan Pablo y los bebés

En el último año, Juan Pablo ha sentido a flor de piel uno de sus más grandes anhelos: tener un herman@.

Últimamente, su petición ha sido más conciente que antes.

Antes, sólo se desmoronaba cuando veía a un bebé.  Hoy, sucede lo mismo, pero pide un hermano de una forma lógica.

Estos días que descansé, la pasamos muy bien, pues mi mamá estuvo cuidando a sus otros nietos grandes y nosotros reforzamos la convivencia mamá-hijo, nada más.

Y no lo digo porque mi mamá nos estorbe, sino porque nunca la dejamos fuera de nuestros paseos.

Fuimos a McDonald's antier e iba saliendo una mujer empujando la carreola en la que llevaba a su bebé.

Juan Pablo me dijo:

"Mira, mamá, el bebé"... la frase que me ha dicho desde que le nació ese deseo de tener un bebé en nuestra pequeña familia y con esa voz de ternura que lo desmorona.

Pero me sorprendió con el remate:

"Necesitamos un esposo para poder tener un bebé.  Te casas, tienes al bebé en tu panza y el doctor lo saca para que sea mi hermana. Quiero una hermana, mamá".

Oh, por Dios....

Nunca antes me pidió con tanto fervor un juguete o algún dulce de sus favoritos de esa forma.

Me sentí tan enternecida y a la vez tan impotente de estar imposibilitada de darle un hermano.

Ya estoy grande, no vieja, para pasar un embarazo que seguro será peor de riesgoso que el que viví durante su espera.

Santiago no tiene en sus planes ser papá, como yo.

Me da pavor ser mamá soltera de dos, siento que no podría.

Por un lado está la petición de Juan Pablo y por el otro la insistencia de mis amigas mamás del colegio.

Una me dice que con un  hermano, Juan Pablo superaría cualquier problema que tenga (lenguaje, déficit de atención).  Otra, que tiene tres, me comentó esta semana que muere por un cuarto hijo y cuando le dije que qué aventada, me dijo algo muy lógico: que es más fácil tener dos que uno, porque el único deja de demandarte tanta atención.

Luego, viene la cuestión económica y así.... es el cuento de nunca acabar.

Lamento mucho no poder cumplir ese sueño de Juan Pablo y espero un día no me recrimine por darle una familia tan pequeña.

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