sábado, 23 de noviembre de 2013

¿Hay alguien ahí?


Está casi casi por terminar un año medio complicado. Y no me estoy quejando.

El cinturón hemos tenido qué apretarlo mucho en casa. Yo creo que esto es síntoma general.

La mayoría de la gente trabaja más y gana menos.

Este año perdí -literalmente- mi carro y he estado a pie casi 10 meses.

La ventaja es que me  ha servido mucho de ejercicio y mis piernas se están  poniendo re-bonitas. Lo malo es el invierno a patín.

No sé ve para cuándo comprar uno nuevo con la economía como está.

 

A principios de año también perdí la compañía de mi pareja.

Han sido meses difíciles de ires  y venires con él.

De repente me duele, pero al siguiente segundo, ¡nada!  Todo en orden.

Creo que por fin le estoy dando vuelta a esa página.

 

Debido al trabajo he tenido totalmente descuidada mi vida personal.

He salido muy poco, he hecho muy pocas cosas para mí y eso a veces me cansa.

 

El trabajo es abundante, pero no estoy exagerando, estoy haciendo la chamba de dos o tres personas.  Soy de la idea que "algún día" llegará la recompensa (espero).

 

A pesar de todo esto, este ciclo escolar, gracias a Dios, voy al corriente en mis pagos en el colegio de mi hijo. Eso es algo positivo como muchas otras cosas.

Al ya no tener pareja, he pasado momentos padrísimos con Juan Pablo. Y no es que antes no los hayamos pasado, pero no sé, como que nuestra relación es más estrecha y cuando descanso tenemos agenda llena y convivimos mucho.

 

Él ha vuelto a sus terapias en un nuevo centro especializado.

Finalmente me han confirmado su TDA y bueno, empezaremos con tratamiento con el neuropediatra.

Tiene muy buena maestra en el colegio, aunque le falta un poquitín de paciencia para niños como Juan Pablo.

Lo padre también es que el colegio ha decidido ponerle una maestra sombra y ya tenemos el mes trabajando así.

Espero en dos semanas, máximo, darme cuenta si están dando resultados los nuevos métodos y medidas.

 

En fin.

Leo estoy me doy cuenta que lo difícil que he vivido son más pérdidas materiales y esas se recuperan. Ya llegará el momento. Sólo se trata de tener paciencia.

 

En cuanto al amor. Pues ya entendí la lección.

No es eterno. Ayer lo tuve, hoy ya no más. Pero tampoco ando llorando en los rincones. El duelo me duró a lo mucho dos meses, al inicio y aunque aún hablamos y tenemos aún muchas diferencias, éstas duelen, pero al siguiente día yo como nueva.

 

Es alguien a quien quiero y aprecio y que lamento mucho no haya llegado a buen término, pero sé que vendrá algo mejor para mí en forma de otro hombre o en forma de tiempo para mí.

 

Así las cosas han estado en estos 11 meses transcurridos de este año y estos meses, muchos meses, que no había querido venir a asomarme por aquí.

 

A ver si retomo el camino.

 

Estas son las novedades que van dirigidas a Chihuahua, con uno de los pocos lectores que me han dicho extrañar este espacio.

 

Él lo dice porque me aprecia desde niños.

 

Te mando un abrazo.

sábado, 25 de mayo de 2013

Mi campeón


Juan Pablo está terminando el primer grado de Primaria en su colegio Lasallista.

Desde vacaciones de verano del 2012, él había decidido ingresar al equipo representativo de su Alma Máter de futbol y lo hizo apenas empezó la convocatoria para ello.

Su coach fue el Profe Adrián.  Un hombre entregado, estricto, recio, pero a la vez sumamente capaz de tratar con niños. Indiscutiblemente, él será pieza clave para la formación de carácter de Juan Pablo.

El ciclo escolar cuenta con dos Temporadas de futbol.

Casi todo el año, es decir, en las dos temporadas, nos dieron grandes zarandeadas los equipos rivales.  De hecho, alguna vez, recientemente, perdimos con un vergonzoso 9-0.

La primera temporada fue un fiasco, ni siquiera ganamos el derecho de estar en octavos de final.

Juan Pablo, por su tamaño, fue tomado encuenta por su entrenador para jugar en su categoría. la 2005, y participar como refuerzo de la 2004.

Ayer, mi hijo vivió uno de los días más memorables de su infancia.  Logró coronarse campeón con su equipo de la categoría 2005, en una dramática final disputada ante su similar de la Escuela de Futbol Rayados Cumbres.

El duelo fue cerrado y terminaron el tiempo reglamentario con una igualada de 0-0.  Nuestro portero, Diego Mendoza, fue la figura, pues sacó varios balones de la raya de nuestra portería.

Nos fuimos a serie de penales y con sólo uno de diferencia logramos el campeonato.


Otra vez, no puedo describir con palabras el sentimiento que esto representó para mi Juan Pablo. Su sonrisa se dibujó en su cara y ésta no lo ha dejado desde ayer por la tarde.

Hoy, apenas se levantó, se colocó su medalla -que aún no es la de campeón pero que se mandó a hacer para premiarlos por su esfuerzo a lo largo del año por parte de las madres de familia- y no la deja ni para dormir.

No está de más decirles el gran orgullo que siento. Lo agradecida que estoy con Dios por permitirme darle a mi hijo la oportunidad de desarrollarse y divertirse en el deporte y de ser alumno de su colegio.

También estoy mucho muy agradecida, no sé cómo pagarle, con mi madre, quien pese a su edad lo llevó a muchos de sus entrenamientos a los que no puedo ir yo por cuestiones de trabajo y hasta a algunos partidos.

Por decisión propia -es otra historia que traeré mañana- su padre no fue testigo de uno de los logros más trascendentales, divertidos para nuestro hijo.

Te amo, Juan Pablo y sigue adelante.  Ya viste que puedes y eso es en todos los aspectos de la vida.

¡Orgullosamente Lasallistas!


sábado, 18 de mayo de 2013

Paseo visual por Cancún

Día Uno.
Su primer encuentro con la inmensidad del mar...




Día Dos.
Su amor por el futbol lo acompañó hasta Cancún...





Y el sueño de pasar los días y las noches en una habitación con vista al mar, se nos hizo realidad...



Listo para apoyar a sus Rayados desde Cancún, en los Cuartos de Final del Torneo Clausura 2013 ante Tigres...



Día Tres.
Una aventura llamada Captain Hook... ¡Inolvidable!
Ojo: El pirata con el que posó para la foto se me hizo gua-pí-si-mo (última imagen de este día)...










Día Cuatro.
Enamorado del mar...








Día Cinco.
Hora de decir "Hasta pronto, Cancún"






PD.- Tengo un grave problema insuperable.  No me tomo fotos. Me resisto.  Del viaje sólo tengo una que nos tomaron en Captain Hook y que me vendieron durante la cena.
Prometo tomar pronto clases para posar, porque no más nunca salgo favorecida por la lente.


viernes, 17 de mayo de 2013

Primer sueño cumplido

Hace una semana volamos a Cancún.

Tuvieron qué pasar dos años para poder realizar el sueño de mi Juan Pablo de conocer el mar.

Estuvimos allá cinco días y cuatro noches de Luna de Miel familiar junto a mi mamá.

Nos hospedamos en un hotel de ese tipo, familiar.

Nos asignaron una habitación con vista al mar, con la promesa de que éstas fueran unas vacaciones inolvidables.

Desde 2004 que no viajaba a descansar ni a la Presa La Boca.  Nunca se había podido.

No puedo describir con palabras la mirada de mi hijo cuando se encontró con la inmesidad del mar por primera vez.

Todo lo capté con la cámara (de la que no encuentro el cable para bajarlas).

Fueron días realmente increíbles.  Casi no salimos del hotel, pues éste lo tenía todo.

Sólo la noche del domingo pasado tomamos el barco del Captain Hook en el que pasamos una velada increíble para mi hijo.

Al final del viaje que tomamos al centro del océano, Captain Hook se enfrentó a Jack Sparrow y ganó la batalla.

Juan Pablo tuvo la suerte de presenciar la guerra en primera fila y cuando se decretó el triunfo de nuestro capitán, en este caso Hook, sus ojos de satisfacción y emoción iluminaron mi alma.

Él disfrutó mucho de su primer viaje a sus siete, casi ocho, años de edad.

Nadó mucho, piso la arena, entró al mar sin miedo, subió y bajó cientos de veces de los toboganes, mal comió y cuando lo hizo lo dejamos elegir y no varió mucho su menú: hamburguesas, fruta y hot dogs.

Los dos terminamos bronceadísimos y bien recargados de las pilas.

No queríamos regresar.

Nada me detiene aquí y estoy por comenzar a buscar una oportunidad de empleo en ese lugar que me tiene maravillada desde hace años, desde la primera de las cuatro veces que lo visito.

Sé que ese es el lugar ideal para que Juan Pablo crezca sano, sin (tantos) peligros, en familia.

Mamá descansó.  Le pedí que no se preocupara por nosotros, que ella se fuera a la playa o saliera del hotel cuantas veces quisiera, que yo me haría cargo de mi hijo totalmente y así lo hizo.

Tomé algunas bebidas con alcohol, no usé bikini y dormí temprano, lo que no puedo hacer aquí siempre.

Realmene estoy muy agradecida con Dios y la vida de regalarnos esta oportunidad maravillosa y tengo la firme idea de, si no encuentro trabajo pronto, viajar de una a dos veces al año a ese paraíso.

Prometo volver con fotos para compartirlas con ustedes.

Ah... creí que esta vez, como las tres anteriores en las que viajé a este lugar con el corazón roto, podría enterrar el recuerdo de Santiago, pero no pude.

Diario me despertaba pensando en él, con rencor, dolor, reproches, pero se que mi corazón está sanando. No he tenido la necesidad imperiosa de llamarlo.

Sólo es cuestión de tiempo.

Lo que sí es que amo a mi hijo y trataré siempre de cumplirle sus sueños mientras sea mi pequeño y él no trabaje para hacerlos realidad.

domingo, 28 de abril de 2013

Martha

El viernes fue un día difícil para una gran amiga.

Ella se llama Martha y la conocí en el 2000, cuando entré a trabajar al periódico por primera vez.

Jueves y viernes la empresa dio una sacudida a una de sus secciones.  El primer día se fueron dos compañeros y al segundo tres.

Uno de ellos, de los del viernes, fue Martha.

Tanto qué contar sobre nuestra amistad.

Ella es una de esas amistades entrañables, como pocas.

Jamás olvidaré aquella vez que mi dolor la dobló y se unió a él de tal forma que sus lágrimas recorrieron su mejilla. 

Le dolía el dolor de su amiga.

Siempre ha estado ahí, en las buenas y en las malas.

A mí también me tocó acompañarla en la única decepción amorosa que sufrió y en el día más importante, su boda y ya para que yo vaya a la boda de alguien es porque realmente es alguien importante y valioso para mí.

Ella dejó atrás el viernes más de 15 años de labor.

No conozco mujer tan trabajadora y responsable como ella.  Jamás, y cuando digo jamás es JAMÁS, la vi perdiendo el tiempo platicando con alguien personalmente o por teléfono, ni navegando en internet, ¡nada!

Ella siempre fue un gran elemento, siempre dedicada a sacar adelante la tarea (muy tediosa) que le tocaba desempeñar aquí con nosotros.

Ese día me llamó a medio día y me comunicó que se sentía mal, que le había tocado ser parte del recorte de personal.

Pensé que a mi llegada por la tarde no la encontraría, pero no, tuve la fortuna de darle un abrazo y recordarle cuánto la quiero y que cuenta conmigo para lo que sea.

Esto no es el fin de nuestra amistad.  Ese cariño ha estado intacto pese a los 7 años que estuve fuera del medio.

Realmente extraño sus pasos cortos en la redacción, extraño que venga a saludarme hasta mi lugar y preguntarme con mucho interés cómo me siento y cómo voy con mis asuntos.

Ella está casada con un buen hombre que la ha hecho tan feliz como merece y ahora su plan es dedicarse a su hogar y buscar el hijo que no ha tenido y tanto anhela.

En verdad, ella me dio una lección de cómo debe ser una amistad incondicional y sincera.

Se que a partir de ahora ella estará feliz, disfrutando de una nueva etapa en su vida.

... Más de lo normal...


Por eso aún duele...



domingo, 21 de abril de 2013

Cambios y más cambios

El viernes estaba sumamente deprimida.

La depresión es uno de los efectos de la hormona prescrita por mi ginecóloga, así que los cambios de humor, de por sí complicados en mi carácter, ahora están más fuertes que nunca.

Ese día, me dio por cambiar la imagen de este espacio.

Digamos que me gusta a secas, porque la realidad es que el diseño original ya me tenía aburrida.

Acepto críticas, sugerencias y demás.

Paco, un amigo de Guadalajara al que aprecio mucho, ha tenido problemas para ver la totalidad de las entradas (posts) de mi blog.

¿Alguien más tiene problemas?

¿Voy bien con el diseño o me regreso?

Seguí con la tónica de reservarme el derecho de publicar comentarios, candado que puse alguna vez que escribieron cosas hirientes y ofensivas.

Con ese candado -cultura general- lo que me hagan el honor de escribir primeramente llega a mi correo y desde ahí lo subo en cuanto los leo.

Gracias por leerme y por estar... aunque la mayoría no diga nada agradezco la atención a este rincón de mi vida.


miércoles, 17 de abril de 2013

No es queja...

Es... ¿sorpresa?

De febrero a este día mi vida ha dado un giro inesperado.

Cuando sufrí el golpe a mi patrimonio, me di cuenta que perder a S era aún más duro que eso...

Hoy, cuando la mala fortuna, el turno, el descuido, o el designo de Dios, mi salud se ve fuertemente mermada, me doy cuenta que esto es mucho más importante que esos dos hechos que me rompieron mis esperanzas y mi futuro que entonces creía prometedor.

Ya en posts anteriores conté aquí lo difícil para mí que ha sido ser mujer, desde la menarquía hasta la espera de Juan Pablo por tratarse de un embarazo de alto riesgo y hoy, otra vez las cuestiones anatómicas femeniles vuelven a darme un golpe bajo, pero que, ahora sí, me tienen con mucho pendiente.

Ha sido una semana difícil.

El lunes 8 de abril llegó mi periodo normal, con algo de dureza en cuanto al SPM, andaba muy sensible, los pechos me dolían de más, etc.

El jueves 11, en lugar de disminuir el flujo, aumentó considerablemente acompañado de grandes coágulos, pensé que pasaría pronto hasta que la intensidad y el malestar me hicieron acudir el domingo a urgencias del IMSS para ver qué pasaba.  Había gastado del viernes al medio día de ese domingo 42 toallas femeninas.

Me atendieron bien, a secas, en el sentido de que me revisaron bien, pero no me dieron un diagnóstico. Me hicieron tacto, me auscultaron con un espejo y me retiraron manualmente gran cantidad de coágulos y luego me sometí a un eco vaginal.

Me dieron un medicamento para "ayudarme a disminuir la hemorragia, pero que de todas formas consultara a mi ginecóloga particular".

Así que salí de ahí pegada al teléfono hablando con la doctora, quien me pidió no tomar el medicamento recetado por los médicos del seguro y que me presentara a primera hora en su consulta en un hospital particular.

Me hizo unas preguntas y me realizó exactamente el mismo procedimiento que en el IMSS, así que volví a lastimarme un poco.

No sé qué vería.  La verdad, no quise preguntar, primero porque estaba sola en el hospital y con un miedo terrible a una mala noticia y luego porque asumí que al final de todo el proceso me daría un diagnóstico.

Después del tacto, la auscultación con espejo y el eco vaginal, me sugirió someterme a una histerectomía, es decir, extirparme la matriz dejando solamente los ovarios para que estos ayuden a no sufrir una menopausia prematura y sus achaques.

Luego de hacerle preguntas me dijo que lo pensara y lo considerara, pero que el siguiente paso, dado la emergencia de detener las intensas hemorragias, ella necesitaba hacer una biometría hemática para ver si no estaba anémica por la pérdida de sangre, así como un legrado para detenerla y una biopsia del endometrio para analizar tejidos.

Sentí que una descarga eléctrica me sacudía completa.  Obviamente pensé "cáncer"...

Subí a otro piso en donde me prepararon y la esperé una hora. Tenía muchas pacientes.

Inició el procedimiento.

Simplemente no puedo describir el dolor físico que me provocó.  Es sumamente doloroso tanto la biopsia como el legrado sin anestesia.

Me dijo que si no me relajaba ella no podría terminar su trabajo, pero lo más importante, no podría detener las fugas de sangre considerables que estaban poniendo en riesgo mi vida (literal).

Sentí durante esos largos minutos, como si me estuvieran arañando las entrañas.  Ni las amenazas de parto o de aborto mientras esperaba a Juan Pablo, fueron tan dolorosas como éstas.

Ella observó a contra luz el tejido que extirpó de mi lastimado endometrio mientras el líquido que haría las veces de conservarlo rápidamente se teñía de rojo.

Ella salió y se quedaron conmigo una residente y una enfermera dado a que yo me presenté sola al hospital.

Comencé a llorar como una niña.  Primero por el dolor y luego por el temor de que algo grave esté viviendo.

Me sentía inmensamente sola, descobijada.

Le envié un mensaje a S diciéndole lo que estaba pasando y su respuesta fue el silencio.  Más desprotegida me sentí.  ¿El qué tenía qué ver en todo esto, verdad?

El dolor siguió por lo menos cinco minutos más después de que salió la doctora de ahí.  Regresó en cuanto mis estudios de sangre estaban listos.

Increíblemente, no estaba anémica y me recetó hormonas.

Los resultados de la biopsia y un papanicolau que practicó aprovechando que ya me tenía en la plancha, me los dan en 20 días.

Me he sentido sumamente débil, nauseosa, inflamada, adolorida.

Hace rato la llamé y le dije que sigo desechando sangre, pero en mucho menor cantidad.

Dice que es normal y que continuara mi tratamiento por 21 días.  A ella la veré el lunes.

Ya hasta he pensado a quién decirle que acompañe a mi Juan Pablo y mamá a Cancún.  Siento que no estoy bien para hacer ese viaje y me dolería en el alma que él se lo perdiera.

Me da miedo que esto vuelva a pasar porque ella dice que es muy probable que esto suceda.  No podré soportar verme otra vez así y sufrir un procedimiento igual.

Me he estado informando sobre la histerectomía, sobre todo lo que esto implica y sus consecuencias.
Me dicen que te incapacitan por 42 días y pasas al menos 5 hospitalizada, ¿Y Juan Pablo y sus tareas y sus cosas?

Dicen que una de ellas es que la vida sexual cambia y me entristece.  Bah! Como si yo tuviera con quién realizar esa parte de mi vida y como si se me antojara sentirme amada en ese sentido ahora que me está llevando la chingada.

Les pido sus buenas vibras y oraciones.

Realmente tengo mucho miedo de que sea algo malo. El semblante de la doctora no es muy animado, está más bien a la espera del diagnóstico.

Lo que hizo fue solo el plan emergente de detener el sangrado.  Esperemos en Dios que no sea cáncer.  Tengo muchas cosas qué hacer con mi hijo y siento que esta semana me ha envejecido literalmente.  En verdad, no tengo ánimo de nada.





lunes, 8 de abril de 2013

¡Qué cosas!

Por increíble que parezca, S ha entrado no más de una vez a este espacio y lo hizo cuando recién fue creado.

No sé, como que prefería no enterarse de lo que aquí escribo yo, sabe Dios por qué.  La verdad, nunca lo entendí, no le pregunté y sí me dolía su indiferencia por este blog porque indirectamente la indiferencia era hacia una parte de mi vida, de la vida de la que entonces, se supone, era su pareja.

Así que lo que yo diga o no de él aquí, las miles de formas que yo encuentre para vomitar lo que siento con respecto a él, él ni enterado está. 

Seguro ya ni la liga tiene.  Lo conozco tan bien, que seguramente ya borró mis correos, mis mensajes y hasta mis teléfonos de sus aparatos y su memoria.

Tengo aproximadamente tres semanas de no saber absolutamente nada de él.

Aún y cuando terminamos hace dos meses, todavía nos aventamos semanas de agobiantes diálogos diarios por horas y horas, ya sea por SMS, mails y teléfono, sin que llegaramos a nada.

En ese tiempo que hablamos después de terminar la relación, nunca le pedí que volviéramos y él tampoco.  Digamos que no llegamos a ningún acuerdo que nos conviniera a ambos para seguir manteniendo siquiera una relación de amistad.

Se desgastó tanto la relación de "amigos" post al truene, que yo terminé harta y él seguramente también.

Aún lo recuerdo con tristeza. Por momentos lo extraño.  Hoy, por ejemplo, noté que hace muchísimos días él no había sido mi primer pensamiento al despertar y volvió a aparecerse en mi mente apenas abrí los ojos en la mañana luego de dormir tan sólo tres horas por la noche.

Me dio coraje y tristeza que otra vez se adueñara de un espacio de mi mente.

Hace rato pasó algo extraño.

Una amiga colega, que apenas estoy tratando, me dijo que se lo había encontrado hoy en un evento.

De inmediato mi pregunta fue: ¿Y cómo está?

No me la respondió en ese momento, pero en el transcurso de la breve conversación, me dijo que lo veía relajado.

No sé explicar lo que sentí y siento sobre la percepción de esta amiga en la persona de S.

Justo antenoche le preguntaba a mi amigo Diego, quien aunque es muy joven es un tipo muy inteligente y centrado y ha sido un gran apoyo para mí en los momentos difíciles de mi duelo, pues me levanta de la depre con dureza, diciéndome la verdad de las cosas en una forma que me hace despertar, a veces rápido y a veces días después.

Le preguntaba que qué creía él que sintiera o pensaba S al no saber de mí, porque yo tampoco lo he buscado por mensajes y mucho menos con llamadas o en persona.

Me dijo:  Pues yo creo que le ha de valer madre...

Todo esto lo escribo porque estoy HARTA del vaivén de sentimientos en mi corazón.

Por ejemplo, cuando lo extraño, conscientemente me recuerdo las cuatro o cinco frases hirientes y humillantes que me dijo durante esos tiempos que hablamos inútilmente cuando terminó la relación.

Hubo luego algo o alguien que se convirtió en mi ancla para sostenerme y no undirme en el dolor, pero ese alguien, aunque se que sólo es un gran amigo, de pronto pone barreras muy justificables y se aleja más y vuelvo a caer en la soledad.

Él no sabe que sólo es eso: un apoyo, un hombro, un brazo para sostenerme y sonreír.

Ahora mismo estoy encabronadísima porque tengo muchas ganas de llorar.  Ya no sé si sea bueno o no enterarme del más mínimo detalle sobre él.

Saber de S de la forma que lo supe me lastimó.  Debo reconocerlo.