viernes, 20 de julio de 2012

Reprobados

Estoy llevando a Juan Pablo a una terapia especial y que aún está en proceso de certificación, pero que una persona muy cercana y querida, hombre preparado y bien intencionado, ya la aplicó en alguien muy importante para él y eso fue lo que me llevó a tomar la decisión de inscribir a mi hijo.

Debo aceptar que más que nada de entrada lo tomé como un modo desesperado de darle las herramientas que necesita para superar su TDA y su problema de lenguaje en poco tiempo y no en los cinco años que me da como margen la anterior neuropsicóloga.

En la primera sesión, analizan a la mamá. En la segunda al papá, y en la tercera la imagen que tiene el alumno con respecto a la mujer en general.

Me dijeron que estoy reprobada.

Juan Pablo les dijo, por medio de dibujos, que soy una mujer que no sonríe, que me ve cansada o enferma.  Que no tomo decisiones sin el aval de mi madre.

Al papá, lo calificó como una persona sin ambiciones, sin futuro, que no cumple lo que promete y absolutamente perdido, que lo ve involucrado en varias familias -propias-, pero que no cumple con ninguna.


No he encontrado la forma de decirle al papá y tampoco coincidimos para nada cuando va a visitarlo.

No me deprimo.  Esto me ayuda a abrir el panorama y a ponerme a trabajar en ello, aunque debo decir que mis horarios en el trabajo y mi insomnio me complican el estar siempre alerta, lista para jugar y salir a hacer alguna actividad física con él.

Hay mucho qué trabajar y mucho por hacer.

viernes, 13 de julio de 2012

No hallo dónde ponerme de la pena

Hace unos días llamé un taxi de una base a la que nunca recurro para ir a cubrir un evento del periódico... y eso porque mi inseparable Neto estaba fuera de la Ciudad.

Tengo la costumbre de platicar con los taxistas cuando estoy trabajando y cuando requiero de sus servicios de traslado por quedarme sin carro, que, como bien saben, es bastante frecuente.

Y así fue esta vez.

Me subí al coche y en el asiento del copiloto. Casi todos los reporteros del periódico nos subimos adelante porque regularmente andamos con taxistas conocidos y finalmente ellos vienen siendo compañeros de trabajo de nosotros, aunque no nos sean tan conocidos...

Cuando no estoy trabajando y necesito un taxi, ahí sí me voy en los asientos traseros.

Honestamente, NUNCA vi la cara del hombre, primero porque iba yo toda ajetreada con la cámara, la grabadora, mi bolsa, mi coca y tardé en acomodarme en el asiento delantero.

Luego, por lo que dijo en seguida...

E.- ¡Hola! Vamos a la Colonia Terminal, calle tal y número tal...

-Silencio y me ve de reojo

T.- ¿Usted es Elena, verdad?, ¿la que vive en tal y tal?

E.- Sí, es que regresé al periódico...

- Me interrumpe

T.- No, es que yo a usted la conozco desde hace años... hace muchos años fuimos novios de un día

- Silencio sepulcral...

De ahí para el real ya no pude intentar verlo de frente, no supe quién es, ni cómo se llama y lo obligué a que fueran sus últimas palabras.

Yo creo que mi semblante cambió y entendió que me incomodó el comentario.

Y es que, no es que lo haga menos, pero sí, hubo un tiempo en que tuve varios pretendientes y a algunos les dí el "beneficio de la duda" y acepté ser "su novia"...

Fueron varios, pero con el que "más duré" fue de tres días y solo los veía, a todos ellos, el primer día, solo les decía que sí "quería ser su novia" y no los volvía a ver hasta el día siguiente o tres días más tarde para decirles que siempre no.

Nunca "checamos tarjeta" esos "novios" y yo porque no estaba segura, ¿qué demonios? ¡en realidad no quería ser su novia de ninguno! Además, siempre fui bastante ñoña... hasta con el papá de Juan Pablo, varios de los primeros muchos años de noviazgo, requerí de chaperón, y así fue con todos, hasta con los que de verdad quería andar bien.  Apenas ahora con S las cosas cambiaron.

No sé, ese episodio con esta persona me incomodó demasiado y a nadie se lo he contado, así que aquí vengo a tirarlo para olvidarlo.

¿Quién me manda, verdad?

sábado, 23 de junio de 2012

¡De repente creció!

Ayer, viernes 22 de Junio de 2012, Juan Pablo cerró el primer ciclo de su vida estudiantil, al concluir su etapa en Preescolar, en el colegio.

Fue el último día de clases y su fiesta de graduación.  Hace unos días la misa de acción de gracias.

Aún falta el acto académico y otra actividad en la que seguramente me pondré a llorar como Magdalena (traeré reseña y fotos).

Tantos recuerdos y tanto agradecimiento a sus maestras, especialmente a su maestra Rosina, quien lo guió durante los últimos dos años...

¡Gracias a Dios por permitirnos vivir esta experiencia y esperando que me siga dando la oportunidad de que continúe sus estudios en un colegio que me tiene realmente satisfecha y a él, feliz!


Esta es la foto de generación 2009-2012.


El martes pasado, fue la Misa de Acción de Gracias...


 Así bajó a formarse hoy por última vez.







Amigable.  Así dejó huella Juan Pablo en sus maestras de Preescolar.  Así amaneció publicado afuera de la oficina del colegio.





Por la tarde del viernes, celebró en grande la finalización de su primer reto escolar.


Con su maestra Rosina.  Uno de sus primeros grandes afectos.



domingo, 17 de junio de 2012

Enrolándome

Ya llevo más de una semana en el periódico.
Al principio, no quería ni ir sola al baño, así que le pedía a una de mis mejores amigas, de hace 12 años, que me acompañara.
Hoy, ya me siento enrolada.
Aún me da pena preguntar, pues nunca había editado.  Me hago "pelotas" con los esquemas, pero ya llevo dos días consecutivos terminando temprano, prácticamente dependiendo de que las secciones grandes se vayan a la prensa para nosotros enviar nuestras páginas al mismo destino.
Me siento bien, contenta, aunque sí me ha parecido difícil el hecho de separarme de Juan Pablo tantas horas. 

Creo que en eso no nos hemos adaptado del todo los dos, pero ya vienen las vacaciones escolares y mis dos días de descanso entre semana serán completitos para él.
También me ha afectado en cuanto a la convivencia con Santiago, puesto que también tiene la problemática de sus horarios, además de los mios y mi dificultad de no sentir culpabilidad por robarle una hora a mi hijo para irme a convivir con mi pareja.
Hemos hablado mucho al respecto y los dos estamos dispuestos a seguir al pie del cañón, así que ya no queda en nosotros.
Estoy contenta, me siento plena, en mi elemento, así que sigo disfrutando de esta nueva etapa profesional de mi vida.

lunes, 4 de junio de 2012

Crónica de un regreso anunciado


¡Casi siete años después!

Pese a que ese 11 de noviembre de 2005 el dolor, la tristeza, incredulidad e impotencia me derrumbaban, tuve la fuerza y seguridad de jurar ante todo y todos que volvería sin saber a ciencia cierta de qué medios me agarraría para hacer realidad el sueño por segunda vez en mi vida.

A mí misma me parecía una promesa loca. Imposible.

Ése fue el día en que terminó sorpresivamente uno de los ciclos laborales más gratificantes y hermosos de mi vida. Me despidieron a mis poco más de cinco años laborados en uno de los periódicos más importantes del País y a escasos tres meses de convertirme en madre.

Cuando juré ante mis íntimos esa promesa loca de un día regresar, muchos abiertamente me dijeron que no estaba en mis cabales porque el regreso de alguien previamente despedido era imposible.

Aún recuerdo que ese día tomé un taxi, de la calle, no de la base que me llevó a los eventos esos cinco maravillosos años.

Era un señor joven, bonachón y se convirtió en el primero de muchos desconocidos con los que lloré amargamente mi pena.

Le conté con todo mi dolor que me habían despedido del trabajo que más me había enamorado en mi vida y él se conmovió y me consoló.

Bajé del auto y mamá me esperaba con mi Juan Pablo en brazos en una hora poco usual de llegada a casa.

Le quité a mi hijo, lo abracé y solté la noticia: “me despidieron del periódico”.  Todos estábamos en shock.  Yo solo pensaba en que mi hijo nunca se sentiría orgulloso de tener una mamá que dominaba las reglas de muchos deportes practicados por los varones.

Me preocupaba el futuro y la economía, pues se trataba de un trabajo bastante bien remunerado, pero lloraba más por tener qué dejar de hacer lo que tanto me ha gustado, reportear, investigar y escribir.

Los primeros dos años fueron realmente depresivos, hasta llegué a pensar que estaba enloqueciendo, pero en esos tiempos me contaron la historia de un ex compañero de otra sección que también había sido desocupado y que al tiempo se convirtió en indigente.  Cuando me contaron la historia me autoprogramé a pensar que era una leyenda urbana, pues si me convencía que había sido verdad, yo podría convertirme en una mujer indigente también.

En abril de 2007 fui invitada por Polo, editor de METRO, pero más que jefe es uno de mis grandes afectos y un ser humano excepcional, a crear una página de mecánica automotriz y cultura vial que al poco tiempo se convirtió en un éxito y se vendió a decenas de periódicos nacionales que la publican semana a semana.  Hoy, Tu Nave prevalece y crece a pasos agigantados.

Desde entonces, él  lucho contra todo y todos por regresarme de tiempo completo.  Me vio deambular de un trabajo a otro, algunos los abandoné porque me sentía frustrada y en otros mis patrones terminaron mi ciclo con un despido.

Todo eso lo resumo a que mi promesa seguía programada en mi mente.

Hace casi tres semanas me dieron la buena nueva de que mi regreso era casi un hecho.  Hace dos presenté exámenes psicométricos y esperé días y días la última entrevista para la decisión final.

Hace una hora, me han  informado que formo parte nuevamente de ese medio al que eternamente le he estado agradecida por darme la oportunidad de desarrollarme.  Mañana comienzo muy temprano con un curso y más tarde entregaré mi papelería y firmaré contrato.

Con esto pongo fin a la loca vida de trabajar para mucha gente. Me quedo con el mejor jefe que he tenido en la vida.

Así que, gracias a Dios y a Polo, Humberto y Martha, mañana comienza mi segundo ciclo laboral en esa gran empresa, de la que nunca, jamás, me he quitado la camiseta.

Dios quiera que ahí termine mi ciclo laboral.

¡Gracias a Dios!

miércoles, 23 de mayo de 2012

La Cebolla

Parte 2

¿Se acuerdan de la historia de La Cebolla?

Si no o eres nuevo lector -que pena que hayas llegado justo cuando tengo abandonado este espacio- pincha aquí.

Pues bien, aquí se las presento, no sin antes aclarar que yo no veo esos programas patéticos.

A ella "la conozco" porque es asidua asistente de las audiciones de mi adorada Banda de Música de la Ciudad de Monterrey, a las que acudo desde hace más 16 años y en las que, desgraciadamente, me la topo domingo a domingo y la veo hacer similares desfiguros como éste transmitido en nuestra chafa televisión local.


martes, 27 de marzo de 2012

Más que mil palabras

En honor a todas aquellas personas comprometidas con la causa.

En especial para mis amigos Mónica Patiño, Samantha Gutiérrez, Zeny Cerda, Ivonne Escárcega, Lucy Apodaca, Brenda Cázares, Eva I. Cabello, Javier Baños.

martes, 20 de marzo de 2012

Sufren sin sus damiselas



El domingo pude ver cómo se transformaron los domingos de dos hombres.

Fui a la audición de la Banda de Música de la Ciudad de Monterrey y me dio pena verlos tristes, desinteresados y por momentos ansiosos.

Uno de ellos, mamá y yo lo llamamos El Pachuco, pues le encanta el mambo, se viste como se vestían los hombres en las épocas de apogeo de ese género musical.  Pantalones “guangos”, de colores vivos como amarillo, azul eléctrico, rojo, naranja, camisas de botones y grandes cadenas cuelgan de su cuello y manos.  

Además, lleva siempre un mondadientes de madera asomándose de sus labios.

Su pareja era una mujer bajita, tanto como él, de larga caballera rizada de color negro azabache.  Los dos disfrutaban mucho bailar las dos horas de audición los domingos, incluyendo el intermedio en el que del sonido emanan notas musicales de música grabada.

Desconozco si los une algo más que su gusto por bailar, pero como pareja de baile eran perfectos. 

Un mal día, él acudió solo, sin ella.  Todo mundo lo paraba y le preguntaba y él sonreía nervioso explicando la razón por la que había acudido sin ella.

Eso fue hace aproximadamente unos dos o tres meses y ahora da pena verlo sin rumbo, pues desde entonces él no ha hecho siquiera el intento de reemplazar a su compañera.  Se pasa las dos horas caminando alrededor del área que hace las veces de enorme pista de baile bajo el Palacio Municipal de Monterrey.

Hoy, se ve triste y cuando se escuchan los primeros acordes de un buen mambo, el sólo voltea a todos lados, como buscando a su damisela perdida. Así pasa los tres o cuatro minutos de duración de la pieza musical.  

La banda cambia de ritmo y él vuelve al letargo.

El otro caso es del hombre mayor del que les platiqué aquí en octubre, en el post de Ya se ganó el cielo.

Él no ha faltado a la cita, acude acompañado de su mujer y ambos están sentados a un costado de la pista, esperando que la chica que le alegraba los domingos haga su aparición.

Pero nada se sabe de ella. Simplemente dejó de asistir, de hacer la buena obra del día: hacer feliz a este hombre de la tercera edad bailando casi toda la audición.

El domingo, pese a que la música era muy buena y el sonido muy intenso, el hombre prefirió dormir en su silla, mientras su esposa lo miraba de reojo como compadeciendo que de pronto haya cambiado el significado de los bailes para el hombre con el que ha compartido su vida.

A él, le pesa más hasta caminar, arrastra los pies.  Ahora parece indispensable el uso de su inseparable bastón, del que se desprendía con facilidad tan solo al ver llegar a la chica joven, su pareja de baile.

Es increíble cómo se van tejiendo historias en ese sitio. Es increíble cómo vas viendo el desarrollo de cada una de ellas, aún sin una versión oficial de los protagonistas.

¿Qué tantas otras historias, desconocidas para mí, se han escrito en estos próximos 32 años de audiciones ininterrumpidos?

Solo Dios sabe.

sábado, 17 de marzo de 2012

El mejor



Llevo ya casi 12 años en esto del medio de comunicación.

He tenido la fortuna de escribir de Deportes, y hoy por hoy estoy especializada en el Deporte Motor.

Actualmente, como saben, escribo de Mecánica Automotriz, y todo lo relacionado con la organización de eventos sociales como Bodas y 15 años.

Pero también he tenido oportunidad de escribir sobre otros temas, desde política, hasta notas humanas.

Sin embargo, sin temor a equivocarme, creo que ayer se publicó la nota que más me ha llenado.  Me enamoré del tema desde que una buena amiga, y esposa de uno de los protagonistas, me lo contó.

Debo reconocer que teniendo la información a la mano, todavía tardé una semana más en decidir escribirlo.  Y es que, cuando un tema me atrapa, quiero que quede tan perfecto, que no sé ni cómo empezar.

De hecho, este tema que hoy les traigo, lo hice dos veces, cosa que jamás me había sucedido desde el 2000, que inicié esta aventura en el periodismo.

Ésta es la página y aquí el contenido.  A ver qué les parece.

Después de publicarlo, me cayeron dos correos de lectores, amigos míos, para decirme sobre lo mucho que les había servido leer algo así y me emocionó tanto que hasta lloré.

Estos personajes, a quienes admiro muchísimo, consiguieron ayer mismo, día de la publicación, su primera invitación a participar en un evento masivo.  Gracias a Dios.

Se los dejo.

***


KICKER

Ponen ejemplo a jóvenes que desean incursionar en la música
CABEZA

Son rockeros unos “ profesionales”

BALAZO
La agrupación regia Vlök, integrada por destacados profesionistas regiomontanos, lanzará su nueva producción

ELENA TORRES

Estos cuatro hombres compartieron desde jóvenes, y por separado, el mismo objetivo, claro y contundente: algún día destacar en la escena musical rockera.

Sin embargo, llegó un momento en que meditaron sus ideales, pensaron en el futuro y entonces establecieron prioridades.

Optaron por enfocar la mayor parte de su tiempo a entregarse en cuerpo y alma a la Universidad, cada uno en distintas especialidades, para lograr primero ser destacados profesionistas, pero sin abandonar su pasión musical.

Sus integrantes son una prueba fehaciente e inspiradora que el rock no es sinónimo de perdición, pues Javier, Héctor, Ulises y Juan Pablo, son profesionistas destacados en cada una de sus áreas laborales, pero combinan esas absorbentes actividades, con el papel de esposos y padres de familia… y, además, hoy por hoy ¡son rockeros!

El destino y el tiempo fueron uniendo los eslabones y hoy están juntos musicalmente hablando. 

Son los elementos de una banda de rock and rol moderno, con un toque de nu metal, llamada Vlök.

“Llegó un momento en que tuve claro que tenía qué tener estudios profesionales para poder realizar importantes proyectos personales.  Tenía mi trabajo de músico y gané dinero por ello, incluso con esos ingresos compré mi primer coche, pero aún así me enfoqué a terminar mis estudios para conseguir un trabajo seguro y remunerable y ahora la música es un complemento”, explica Héctor “Nunni”, bajista de la banda regia.

Vlök se formó hace cuatro años, pero a partir del 2009 quedaron definidos como integrantes estos cuatro destacados profesionistas.

Javier, el baterista, eligió como profesión la Medicina, carrera que demanda mucho tiempo y dedicación.

“La música siempre ha sido mi hobbie y mientras estudiaba en la facultad los ensayos eran una vez al mes. La música es una forma de encaminar el estrés, lo liberas, y más cuando atiendes pacientes graves o en estado crítico”, comparte.

Por su parte, Juan Pablo, se muestra como un verdadero apasionado, pues dedicó parte de su juventud a estudiar no una, sino dos carreras profesionales.

“Realmente no fue opcional, tenía qué terminar una carrera aunque me dedicara a la música.  El tiempo que no tenía qué estudiar lo dedicaba a tocar y a mi familia; ahora la música es algo que comparto con mis hijos, es una dinámica familiar”, dice Juan Pablo.

La banda grabó entre agosto y octubre de 2011 su primer material discográfico.  Su nombre es Vlök, como la banda, y contiene ocho temas originales, bajo la composición musical de Juan Pablo, Héctor y Javier. Todas las letras son de Ulises.


“La vida misma me va diciendo cosas que quedan plasmadas en todas las letras.  Distante, el primer sencillo de este disco, habla de las condiciones que actualmente vivimos y de las personas que en un momento dado se convierten en ‘una piedra en el camino’”, expresa Ulises.

Próximamente, esta banda hará la presentación de su disco en una tocada íntima en un recinto de la localidad.

Esa presentación será la consumación no solo musical, sino para demostrar que los sueños son alcanzables si se dedica todo el empeño a convertirlos en una realidad.

Ulises “Ullanas”
Papel en la banda: Compositor y cantante
Profesión: Licenciado en Comunicación
Área Laboral: Audio y video
Edad:    41 años
Estado Civil: Casado
Tiempo dedicado a la música: 18 años
“El estudio fue mi prioridad siempre”

Javier “Jova”
Papel en la banda: Baterista
Profesión: Pediatra Neonatólogo
Área Laboral: Consulta privada
Edad: 36 años
Estado Civil: Casado
Tiempo dedicado a la música: 21 años
“El primer año de la carrera traía el ritmo de la Prepa, quería continuar dedicándole casi todo mi tiempo a la música y fue imposible, así que dosifiqué los ensayos para lograr terminar la facultad”.

Héctor “Nunni”
Papel en la banda: Bajista
Profesión: Contador público
Área Laboral: Gerente de compañía internacional
Edad: 42 años
Estado Civil: Casado
Tiempo dedicado a la música: 26 años
“La música es un medio para liberar el estrés que te dan las responsabilidades profesionales”.

Juan Pablo “Juan Pi”
Papel en la banda: Guitarrista
Profesión: Administración de Empresas y Chef
Área laboral: Restaurante
Edad: 40 años
Estado Civil: Casado
Tiempo dedicado a la música: 28 años
“Estudiar te permite seguir tocando. No importa que tengas tres, cuatro o cinco discos, tienes qué estar preparado porque la misma industria de la música ‘te come’ si no lo estás”.
Aquí pueden escuchar sus rolas.  Mi favorita: Distante: myspace.com/vlok2012

sábado, 3 de marzo de 2012

TDA

De muchos es conocido el “problema de lenguaje” de Juan Pablo.

En los últimos casi tres años de sus seis de vida, Manotas ha estado en un total de dos instituciones privadas trabajando con terapias que consisten en repetir y repetir y repetir, palabras, fonemas, frases, sin un resultado muy positivo.

No fuimos constantes, pues el costo de ese tipo de atenciones son sumamente altos.  Casi todos esos tres periodos de terapias de muchos meses, pagaba mucho más al mes por esta atención que lo que pago mensualmente en su colegio.

Aunque tengo tres trabajos, no me alcanzaba. El punto es que lo saqué a mediados de año pasado del último instituto.

A finales del 2011, me sugirieron en el colegio que Manotón reiniciara sus terapias.

Comencé la búsqueda y finalmente un psicólogo me dijo que mi hijo necesitaba la atención de un neuropsicólogo y encontré una experta en la materia.

Ella ya lo evaluó y ya tengo el diagnóstico.  Así que llevo unos días respirando tranquila, pues la nueva psicóloga ha descartado que mi hijo padezca autismo o Síndrome de Asperger, que requieren atención por casi toda su vida, misma que no podría vivirla él a total plenitud, cosa que realmente me tenía muy angustiada.

Resulta que Juan Pablo padece dos trastornos.  Uno es de lenguaje mixto y otro de aprendizaje no especificado, es decir ceguera a las palabras.  En resumen:  Es un niño más con Déficit de Atención.

Hay muchas cosas qué modificar desde casa, muchas.  Podría decirse que mi trato hacia a él no ha sido el adecuado para ayudarlo a superar esto.  Así que sus maestros, sensei y yo, la familia completa, tomaremos tutoriales con la psicóloga para trabajar en equipo.

Otra vez, vienen gastos muy fuertes, sin embargo, ahora no me agobian tanto, pues ya sé qué es lo que tiene mi hijo y sé que necesitará al menos cinco años de terapia.

Aunque debería agobiarme, me tranquiliza el último punto, pues son claros. Las anteriores terapeutas no salían de: Juan Pablo no habla porque no lo motivó usted a hacerlo correctamente”, “no sabemos porqué su problema de habla”, “no sabemos cuándo será dado de alta”.

En fin, nos esperan muchos años de trabajo y sacrificios, pero gracias a Dios, tiene remedio.